De nuevo en un lugar de la mancha...

jueves, 26 de abril de 2012

12 horas

13:00 y me voy al gym a gastar ese poco de energía que sobra para así tener luego aún más cuando te vea. Según quedamos, a partir de las 15:00. Y en el gym, entre series, descansos, pesas que se hacen más livianas al pensar en cierta melena rubia; en algún momento me tumbo... y mirando al techo para descansar un minuto: la música deja de sonar, el ruido de las cintas deja de molestar y la lluvia de fondo me abstrae y pienso. ¿Qué hay de nuevo? Porque algo debe haber, porque algo hay...
pero parece que aún no lo puedo ver, ¿más allá de lo terrenal? Si, por eso, porque se puede sentir, pero no ver.

Porque si desayunas mirando a una puerta de un lugar como el que es y para tí ha sido un desayuno tan especial, es porque algo hay más allá,

porque si no contestas me importa, me preocupa,

porque este post iba a titularse 24 horas y se iba a terminar a 20 000 pies, volando en las alas de unos sueños, el del bote de los deseos y el del búho, conmigo en mitad de ellos, uno aterrizando en La Mancha, otro sin despegar de Londra, pero se termina ahora,

porque cambié planes para el viernes porque el cuerpo me lo pedía.



Y no llegas, y surge algo que me roba minutos de latidos contigo, habrá que compensarlo con más abrazos... Entre maletas y desorden me apresuro a dejarlo todo listo y me voy, volando bajo la lluvia, sin saber por qué, porque hay que esperar, pero quería volar...

y espero, y apareces, y me cuentas tu día, tu estrés y el de tus amigos y me encanta escucharte porque las palabras salen de tus labios, y volvemos al lugar del desayuno y cara a la puerta de nuevo me cuentas, te cuento, me miras, te miro,... y ahí está otra vez, lo invisible.

Y se nos hace tarde sin pensar, porque estábamos quizá en la burbuja temporal de lo invisible, ¿pero como?, si acabamos de llegar. Apenas nos habíamos relajado y ya? Con naturalidad porque me haces estar muy agusto, me despixelizo y nos vamos.

y entonces me agarras la mano y un escalofrío cálido me sube por el brazo y andando aparece de nuevo la lluvia y nos deslizamos a la siguiente estación y me despides bajo el paraguas y me siento como en el trópico mirandote a los ojos, esos ojos que conjugan esa mirada pilla cuando delante de ellos sufro tan plácidamente,

Y lo invisible me hace recordarte,

por como te mueves,

por la cadena que se emocionó al salir del Dickens, ese lugar cerca del agua,

por el efecto de la Ley de la Atracción,

Y voy a currar, y me vibras en el alma, y me veo sonriendo en un espejo con el movil en la mano. Me cuentas más cosas que esta vez no salen de tus labios, pero salen de tus manos, y me encanta leerte.

Y pasan cosas, y me quedo afectado. Sabiendo que estás en los sueños, me voy a casa y hago esto.

Por todo esto prefiero quedarme escribiendo hasta tarde y dormir algo menos, por todo esto te he dicho que el otro te lo daba para un rato y que ya lo entenderías, por todo esto tengo conflictos mentales entre lo que el lado racional debería querer y lo que ese lado que me llama a gritos desde el calor quiere.

Me voy a dormir, a ver si me visitas en sueños... otra vez.

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