La diosa de la venganza y la fortuna en la mitología griega. Es más que un enemigo. Es la voluntad y destino de los dioses, persiguiendo incansablemente a alguien hasta su destrucción. Un enemigo muy peligroso, de hecho, Némesis proviene de la palabra Enemicísimo y quiere decir eso... Enemigo.
Némesis sancionaba la desmesura y no permitía que los hombres fuesen demasiado afortunados. En su intención de proteger el equilibrio universal, la diosa podía provocar la ruina en aquellos a quienes la fortuna había favorecido.
Batman y Joker, Supermán y Lex-Luthor, Quevedo y Góngora, Israelíes y Palestinos,... Dios y Lucifer.
Yo creo en esa teoría de que todos tenemos un Némesis, algún enemigo que nos persigue, que nos atormenta, que nos hace la vida imposible hasta el extremo. Quizá llevemos tiempo lidiando con él o quizá no le conozcamos aún, incluso puede que no lleguemos a conocerle, pero existir existe en algún lugar del mundo.
La semana pasada, fui a comer con una amiga y estuvimos hablando de sus problemas con quien yo clasificaría como su Némesis. Mi amiga, sin tener nada fuera de lo común, tiene aspectos en su vida por los que podría considerarse afortunada: tiene un trabajo que le encanta en un sector en el que no es fácil conseguirlo, su chico la quiere, tiene muchos amigos que la apoyan, etc. Pero hay otra persona que sin razones aparentes la está haciendo la vida imposible.
Mi pobre amiga tiene que convivir con continuas zancadillas de su parte en el trabajo de su tesis, zancadillas en los estudios y en lo personal.
Hablando de esto, mi amiga dijo: "Si no estuviese ella, mi vida sería perfecta". No pude evitar pensar y decir, que precisamente por su existencia su vida era perfecta. Sin querer que se me malinterprete, yo no deseo el mal a nadie, mucho menos a mi amiga que es una bellísima persona con la que compartí muy buenos momentos y con la que he hecho una gran amistad; lo que quería decir es que nuestros enemigos pueden mantenernos ocupados en ocasiones en nuestra particular lucha, de manera que valoramos mucho todo lo demás y encontramos ese equilibrio universal entre el bien y el mal.
Lógicamente, si no te tienes que enfrentar a tu némesis, mucho mejor, mi amiga no ha tenido esa suerte y a la gorda si que la deseo que se enfrente a su némesis y la haga la vida imposible para que se entere de lo que vale un peine. Mientras que haya cierta mesura, equilibrio, creo que la vida puede ir bien. Lo malo es cuando te comienza a afectar negativamente hasta a la salud, nadie se merece eso.
Goya y sus pinturas negras, siempre tan acertado, quizá él tenga la solución:
¿Equilibrio? El Mal no debe existir, y me da igual que sea un punto de vista humano y limitado, para eso nací humano y por eso sufro al contemplar el Mal que compone la naturaleza, y que te acaba apestando. Ni Némesis ni mierdas, mundo infecto... La única Némesis en la que yo creo es en la que pondrá todo en su sitio, a aquellos que hacen sufrir a otros sin importarles nada. Como se dice, todos los seres humanos tienen maldad, pero no en la misma medida, y el exceso de maldad, debe pagarse, y se pagará... lo pagarán... NÉMESIS
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