Un día entras en una habitación, allí están... cual será? Eso nunca lo sabes, pero algo te dice que hay una al menos. Viajes en metro, viajes en sueños, cambios en la personalidad, no buscados, encontrados... días blancos y pocos negros ya, no solo por la nieve. Si no vas sintiendo día a día que eres otro, es que estás muerto.
Amigos nuevos, y amigas. Vuelta a lo importante. Boxeo y natación, novedades de vida en vida; cosas que hacer para un espíritu inquieto, no sea que se nos paren las ganas de vivir; que aunque existan los recuerdos lo que cuenta es el día a día. Latvia, Poland, Germany o Colombia; da igual, porque al final terminamos en el puerto.
Zumos de noche y frío a evitar. Un colega con el que te sinceras y le adviertes de lo que te parece la realidad. Recuerdos del país, ganas de volver y ganas de no ir.
Luz tenue de lámparas rojas y bola de espejos, tú y yo girando, como la vida, como la bola... quien lo hubiera pensado.
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