Un día de los del viento de la historia

Esa expresión es la que utilizó José María Carrascal el día en que yo, levantándome a las 5:45 de la mañana, presencié cómo salía a escena el presidente de los EEUU para su toma de posesión. El primer hombre de color en la casa blanca, Barack Obama. El periodista dijo:

 "Hoy es uno de esos días en los que se puede sentir en la cara el viento de la historia"

Y ciertamente creo que así fue, pero también creo que hoy ese viento ha arreciado. Los demócratas, con él al frente han sacado adelante la reforma sanitaria para sentar las bases que harán que exista un sistema público de sanidad en ese país. 

Esto tiene una gran importancia, ya que en la cuna del capitalismo, donde los neocons campan a sus anchas, donde son los reyes del mambo, en un país individualista como EEUU se ha tomado una iniciativa de corte social.

Esto me lleva a pensar en eso de que en el equilibrio está la virtud. Medidas muy de izquierdas no suelen terminar bien (caso ruso), pero medidas muy de derechas llevan a cosas igualmente nocivas para un país.

Privatizaremos las eléctricas. Obsérvese el resultado en el caso de Cataluña. Un estado deja de ser soberano si no tiene luz, porque no puede celebrar consejos de ministros, porque no funcionan los medios materiales... Luego no se puede dejar en manos del sector privado o del exterior un recurso estratégico (electricidad, gas, petróleo,etc.).

Ahora les toca digerirlo, que aunque les cueste, confío en que lo harán y de forma muy satisfactoria. En un país individualista, donde dentro de mi propiedad mando yo con mis armas, donde yo me pago el seguro médico (o mi empresa como un extra de mi sueldo), yo trabajo y yo me lo gano todo con sacrificio personal, donde no hay sentimiento de lo público y esa idea la han exportado con su modelo capitalista; ahora tendrán que reconocer que no se puede dejar morir de cáncer a un parado, o no se podrá

Sin embargo el modelo capitalista ha reaccionado: en Wall Street suben las farmacéuticas y bajan las empresas de seguros médicos privados. Claro, ahora esperamos que todos esos pobres sin médico tengan acceso a los medicamentos y que los seguros privados  reduzcan paulatinamente su volumen de negocio (un impresionante 18% del PIB ahora mismo, alucina).

Me pregunto qué va a hacer la señora marquesa ahora en su cortijo particular en el mismo centro geográfico de la península Ibérica. Ella que es de las neocons, que es de las que se fija en los poderosos y elitistas (como USA)tiene en sus manos una sanidad cada vez más deficiente, en condiciones precarias; pero ella sigue a su rollo... privatizando. Justo al contrario.