¿Por qué? 2 paranormalidades en menos de 1 semana.
Ya he escrito alguna vez en el blog mis paranormalidades, mis sueños que luego creo que se tornan vivencias, etc.
Este fin de semana pasado he estado esquiando en la sierra de Bejar, en la Covatilla (luego escribiré un post sobre esto) y allí me ocurrió lo siguiente:
Descendiendo una de las pistas, ví en el cruce con otra a los dos colegas que venían conmigo. En ese momento me acordé de que eso lo había soñado. Ojo, digo soñado, que no vivido (que sería un dejá vu, que a veces los he tenido como todo el mundo, pero esta vez era diferente). Recuerdo haber soñado que estaba esquiando en un lugar nuevo, un lugar al que no había ido antes y ver en la lejanía a dos personas, de las que yo era consciente de que una sí era un amigo de toda la vida (Mario) y la otra no era un habitual (Luis).
Entonces, yo lo que recuerdo es haberme despertado un día y haber dicho, mira lo que he soñado. No sé si lo escribiría, porque me propuse escribir mis sueños para ver si así algún día me ocurría algo de lo que había escrito. Miraré los posts más antiguos.
La otra paranormalidad ha sido hace una hora. Estando en el trabajo he vuelto a recordar haber soñado con lo que he vivido, no haberlo vivido ya, sino que he recordado que yo eso lo soñé. Que estaba mirando hacia una instalación industrial, con un pequeño silo, unas escaleras con un hombre con un traje reflectante y unos muelles de descarga. A la misma vez, alguien desconocido para mí en ese momento me ofrecía palomitas de maíz.
Tú si sueñas eso piensas: qué tonterías que se sueñan. Pues me ha ocurrido. La instalación es el silo de harinas del inyector del horno 5 de la fábrica de cemento donde trabajo. Yo lo veo desde la ventana de una caseta y las palomitas me las ha ofrecido el vigilante de seguridad con el que estaré esta noche de guardia. Las acababa de hacer en el microondas. Al instante he recordado que yo eso lo soñé en su día.
Hace poco, estando en clase de Francés en la escuela de idiomas, tres cuartos de lo mismo. Soñé con un aula, un profesor con gafas y una clase en la que yo estaba (la misma disposición de mesas, sillas, ventanas,...). Luego lo viví.
Lo más curioso de todo es la seguridad con la que recuerdo que yo eso lo he soñado.
Me planteo si cuando dormimos no entraremos en una especie de dimensión paralela, de futuro, en el que vemos acciones que luego nos pasarán.
Qué raro, pero me pasa.
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