De nuevo en un lugar de la mancha...

sábado, 25 de agosto de 2012

Decisiones

Hoy me he montado en el coche feliz, en Madrid y a las tantas, es verdad que algunos dirían quizá que no tengo motivos de manera objetiva para estarlo, pero pienso que sí.

No pensaba ir a la fiesta, pero algo me había dicho que fuese. He llegado allí, cantando en mi coche lo que ponían los cuarenta, animado como siempre. El GPS me ha marcado el lugar y



... he aparcado. Sin noticias de ti, sin saber de tu existencia he entrado y tras unos saludos, esa fuerza que me empujaba ha dejado claro lo que necesitaba, quería hablar contigo. Tu sonrisa limpia, de esas que se nota que nacen dentro de uno mismo en donde se aloja la felicidad, unida con la mirada de esos ojitos claros de color gris océano a la luz de las pocas luces del lugar, me desactivaban neuronas segundo a segundo; ahora el sonido, ahora la visión de nuestro alrededor, ahora el pensamiento… Y me he puesto a mirarte a los ojos y mientras hablaba me he dado cuenta de que tienes algo nuevo.
He hablado y te he conocido en cinco minutos, que quería que fuesen cinco millones y aunque lo que se veía eran tus zapatillas de puntera de goma, tus pantaloncitos ajustados y una camiseta cómoda para la barbacoa y eran cosas sencillas, resaltaban tu figura de forma especial, para demostrar que si una chica es especial, da igual lo que se ponga, que no perderá la capacidad de poner la cabeza de un hombre en el lugar de los pies y viceversa. De poner mi norte en el sur, mi cielo en mi suelo.

Pero no era eso lo especial, ese halo a tu alrededor me atraía. Entonces mi amigo me ha dicho quién eres, lo que unido a tu toda tu expresión me ha frenado de seguir allí mismo, pero hay reglas no escritas que estoy deseando romper, porque para eso están. Y ya volvíamos a la barbacoa de amigos. Y he hablado contigo después y te has puesto el vestido negro y me has terminado de inundar el pensamiento con las palabras que te diría. Más diversión y un viaje en busca del lugar en el que terminar la función, botellón con luz de algo más que farolas por tí, lugar en el que no he podido resistir volver a acercarme a ti.
Se pasó la noche entre música electrónica, falsos humoristas famosos, juegos mentales y tu hipnosis en cada movimiento, cual balanceo de una rosa agitada por el viento. Ahí he tenido iIncluso equivocaciones motivo de no sé qué pensamiento, debido a mi humanidad imperfecta llena del atontamiento que me ocasionaban tu rostro perfilado entre luces de colores...



Dado que creí que esto que me ocurre podría ser influido por las circunstancias, de la noche en el shoko,…  he esperado a que se me pasara allí y la sorpresa de la mano de tu imagen ha aparecido, porque cada minuto que pasaba, en mis pensamientos aparecía esa imagen que tú has creado. Y en el viaje de vuelta hasta las nubes del color de tus ojos sobre el fondo anaranjado me han recordado que esto, aunque sea de vez en cuando me sigue pasando, que sigo estando vivo, perdiendo la mirada en el horizonte pensando en alguien. Como si de una broma pesada se tratase, en la radio han puesto la chica de ayer y quiero sin embargo conocer a una, ya desde mañana.
Pese a haber cometido algunos errores, que luego me he preguntado a mí mismo por qué… siento que esto lo debía escribir, arriesgar algunas cosas, porque hacía mucho tiempo que no escribía en el blog, porque hacía mucho que no aparecía algo que me removía lo suficiente por dentro. Y has tenido que llegar tú...

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