Anoche celebramos la cena de navidad de los colegas en el buffet del Gran Casino de Aranjuez,. Está bastante bien el sitio para cenar y después te puedes entretener un rato apostando algo (el que quiere) u observando de manera discreta a los que juegan para no ser uno de esos que llaman de "Miranda de Ebro".
Con mis 20 eurillos, haciendo las apuestas mínimas para que las fichas me diesen de sí lo suficiente como para entretenerme un rato largo, una de las veces aposté al cuadro del 11, 12, 14, 15. Por lo tanto, jugaba 1/4 de 2,50 euros a cada uno de esos cuatro números.
El croupier impulsó la ruleta y lanzó la bola en sentido contrario. Cuando la bola perdió el impulso cayó hacia la ruleta y botandofue a quedarse justo en el borde del número quince, pero sin caer en el cajoncito del número, encima del rótulo un poco hacia el lado del 19.
La reacción del croupier fue la siguiente frase: "Pues nada, a esperar"
A mi me parecía mentira que se pudiese dar ese caso, pero se dió. La ruleta seguía girando, cada vez más despacio y la bola en su sitio, sin caer. Alguien dijo que qué ibamos a hacer si no caía y el croupier dijo que nada, que si tenía que ser hasta las 5 de la mañana pues habría que esperar.
La verdad es que en mi posición, a punto de tocarme, pues no me podía ir, pero teníamos la mesa reservada para cenar y se nos podía pasar el turno. Entonces comencé a imaginarme lo que podría pasar si la bola no caía. Me imaginé cansado, a las 5 de la mañana, con todo el mundo observando la bolita alrededor de la mesa y los dos croupier y la bola sin caer.
Me planteé preguntas que nunca me había planteado: ¿a qué hora cerraba el casino?¿cerraba? ¿podría darse el caso de que la bola no cayese nunca? si era así ¿cómo de intocable es la mesa de la ruleta? si no se puede soplar, no se puede mover, no se puede frenar,... ¿hay alguna ley en el ámbito del juego que contemple qué hacer en un caso así para no tener a la gente esclavizada alrededor de la mesa per secula seculorum?
Te imaginas la mesa ahí apartada, muchos años después, con muchas telarañas y polvo y con la bola encima del cartelito del número quince. Con los apostantes visitando de vez en cuando el casino con la esperanza de que algún día, con ellos allí presentes la bola se decante por algún cajoncito.
De pronto, mientras pensaba en esto (tal y como cualquier lector del post está esperando desde el cuarto párrafo) la bola cayó y lo hizo sobre el número 15. Cobré mi parte y seguí jugando hasta que en la pantalla se iluminó el número de nuestra mesa para poder ir a cenar.
Por cierto, si buscas en google fotos de una ruleta de casino con el número quince en la foto, casi todas las fotos son del sector de números del 11, 7, 30... qué extraño, ¿por qué?
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