Tus peces son un poco tontos, eso ya lo sabemos todos, en realidad ni tontos ni listos, son animales.
Del metro veinte del acuario solo quedan destapadas dos esquinitas por las que entran los tubos del aire y los cables.
Un pez naranja (una hembra de xipho) se asusta justo en esa esquina cuando vas a echar la comida.
Y se escucha un chapoteo y después: clonc, pom pom pom.
He pensado: "eso parece un pez cayendo detrás del mueble"
lo confirmo tocando el papel pintado y comprobando que estaba mojado.
Muevo el mueble con acuario, vajilla del ajuar de mi madre, dos figuras de marmol, la colección de dvd de cine español, las mantelerías,... y me encuentro al pez en el suelo, lleno de pelusas y junto al cadaver de un antiguo pez que en su día cayó, pero no estabamos ahí para salvarlo.
Lo he cogido y lo he vuelto a echar en el agua. Sigue con pelusas por todo el cuerpo.
Ya se le quitará, digo yo. Qué casualidades se dan a veces en la vida.
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