Inocente:
Inocente es ese señor de 50 y tantos años que se queda en paro, con un hijo estudiando y una mujer desempleada.
Inocente es Carlos, dependiente, con una minusvalía superior al 80% por una enfermedad profesional que lo mantiene en silla de ruedas; o Luisa, deshauciada tras poner su piso de Carabanchel como aval para que su hijo César, ex-trabajador de la puesta de ladrillo a destajo (porque no se le podía llamar ni albañil) pudiera alcanzar esa hipoteca que le daba el banco tan fácilmente para comprarse un piso en el extrarradio de Madrid y como propina un BMW del que no sabe ni lo que significan las siglas de su marca.
Inocente es ese perro que muere con gesto de sorpresa/pánico al observar el parachoques de un Honda Civic a 80 kilómetros por hora tras haber sido abandonado a su suerte en una carretera secundaria, simplemente por no haber dado el resultado esperado en la caza.
Inocente es Satur, pensionista, que se quemó la vista durante su vida laboral en la industria y que hoy no puede tener la sonda que necesita en urgencias por culpa de los recortes en sanidad para poder pagar el rescate del Banco Santander.
Inocente es Christian, con sus ojos saltones, que si no come en el comedor del cole, su mamá, separada, no tiene para darle las CINCO comidas al día (que no tres!!!) que debe recibir un niño para crecer sano y fuerte.
Inocente es Ángel, que tras su carrera de Ingeniero Industrial abandona España para entregar su conocimiento y su trabajo a una empresa en Alemania junto con su novia, porque aquí no tiene ningún futuro.
Igualmente inocente es ese niño, que sin haber siquiera nacido, está condenado a sufrir un sistema en el que no se le puede dar de comer, dar educación o asegurar un porvenir.
Inocente es un Ni-Ni que no sabe lo que es el PIB de España por culpa de un sistema educativo y una sociedad que fomenta el borreguismo y ahora una ideología determinada, y que no puede ni opinar de política, porque simplemente "de eso no entiende".
Inocente son las víctimas de Hezbolá, del ejército de Israel, del ejército Americano, de los bombardeos de la OTAN o de las hambrunas en Etiopía.
Inocentes son los enfermos, los pobres, los deshauciados, los abandonados, los hambrientos, los desesperados.
CULPABLES son los corruptos, los clasistas, los homófobos, los xenófobos, los racistas, los políticos, los banqueros, los que se consideran élite sin ser más que unos muertos de hambre, las élites de la iglesia, la política y la empresa, los anti-disturbios que pegan sin pensar, los periodistas manipuladores,...
A todos ellos... mi mayor desprecio. Ojalá que os veáis pronto bajo la lluvia y sin nada que llevaros a la boca.
Porque la matanza de los inocentes no fue hace 2013 años, se revive día a día.